El enólogo sabe que el tiempo puede ser amigo y también enemigo del vino. Existen muchos microorganismos que pueden alterar y estropear el vino, cuanto más tiempo pasan sin ser detectados, más daño pueden causar. Durante la vendimia las condiciones son particularmente favorables para que organismos no deseados entren en la bodega y se desarrollen en tanques y barricas sin control. Estos microorganismos contaminantes pueden perjudicar la calidad del vino, pero también la reputación de la bodega o marca. La detección temprana es fundamental para proteger la producción final.
Para enseñarnos un poco más, Benjamin PASCAL, cofundador de INVISIBLE SENTINEL y artífice de la solución de detección de Brettanomyces bruxellensis en el vino, nos habla en estos vídeos sobre su experiencia en el sector vitivinícola.
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